Han pasado más de dos años desde que azotó la pandemia mundial, provocada por el virus Covid-19, y muchas cosas han cambiado desde su aparición, como el estilo de vida de diversas personas y las modalidades de trabajo en algunas empresas.

Es cierto que la modalidad de «Home Office» ya era una estrategia de trabajo que se implementaba desde hace bastante tiempo, para ser exactos, surge desde los inicios del internet en los años 90, pero tomó mayor fuerza con el inicio de la pandemia global en 2020.

Gracias a esta brecha de tiempo, las empresas tuvieron la oportunidad de implementar y analizar este modelo de trabajo, dando como resultado aspectos tanto positivos como negativos en diversos factores claves para las empresas. A continuación, te presentaremos algunos de estos factores y su comparativa con el trabajo presencial.

Ventajas del Home Office:

• Flexibilidad de horario.
• Menor distancia de trabajo.
• Equilibrio entre la vida y el trabajo.
• Reducción de costos en infraestructura.

Desventajas del Home Office:

• Mayor aumento de distracciones.
• Horas extra no contempladas.
• Ausencia de compañerismo y liderazgo.
• Fallas técnicas (internet, luz, equipo tecnológico obsoleto).
• Mobiliario y equipo de trabajo no óptimo.

Ventajas del trabajo presencial:

• Líneas directas de comunicación.
• Trabajo en equipo.
• Distracciones mínimas.
• Acceso a equipo de trabajo adecuado.

Desventajas del trabajo presencial:

• Fugas de tiempo.
• Aumento de costos en infraestructura.
• Desgaste físico y mental.

Es importante considerar estos factores y evaluar cuál de las modalidades se ajusta mejor a las necesidades y objetivos de cada empresa. Cada enfoque tiene sus ventajas y desventajas, y es importante encontrar un equilibrio que funcione para el equipo y la organización en general.